Licenciada en Químicas, Carmen Arroyo dio sus primeros pasos en el mundo de la consultoría hace más de 20 años. Con amplia experiencia en el sector financiero, en 1998 y mediante un proceso de Outsourcing se inició en la aventura de ITC como Gerente en el área de Desarrollos. Ahora afronta este nuevo reto en BBVA IT, uno de los más importantes de su carrera profesional. En su faceta personal, Carmen se esfuerza por mejorar cada día y destaca a su familia como el pilar en el que se sustenta todo.
Muchas gracias Carmen por darnos esta entrevista para Women@IT. Para empezar, ¿qué te llevó a desarrollar tu carrera profesional en el mundo de la tecnología?
Antes de empezar la carrera yo ya tenía dudas sobre si optar por una formación tecnológica. No sabía muy bien qué elegir y finalmente me decanté por la química pero el sector de la innovación me seguía llamando mucho la atención. Estudiando el último curso participé en varios procesos de selección tanto de químicas como de tecnología y al final ganó este último. Decidí probar durante un par de años para hacer currículum y después ya se vería. Al final la cosa se ha alargado hasta hoy y aquí sigo.
¿Qué es lo que más te gusta del mundo STEM (Science, Technology, Engineering and Mathemathics)?
Me gusta todo lo que conlleva el proceso tecnológico. Yo no soy programadora, empecé en la consultoría y ahí aprendí mucho sobre gestión de equipos. Siempre había trabajado en el sector financiero, en diferentes entidades, y aparte de la tecnología me interesaba mucho todo lo relacionado con la gestión. Ahora mi camino me ha llevado a gestionar equipos tecnológicos.
Si tuvieras que elegir el mayor reto al que os habéis enfrentado durante la crisis del covid-19, ¿cuál sería?
Han sido varios los retos a los que nos hemos enfrentado en estos meses. El primero y que nos preocupaba bastante era si tod@s seríamos capaces de trabajar desde casa sin problemas técnicos y lo hemos conseguido. El segundo era mantener la calidad del servicio que aportamos a BBVA y creo que también lo hemos superado con creces. Otra cuestión que nos supuso un desafío era dar una respuesta ágil a todos los desarrollos derivados del covid-19 que nos han llegado, porque han sido muchos. Esto ha generado un sobreesfuerzo por parte de muchas personas y también hemos alcanzado nuestro objetivo. ¿Qué más se puede pedir?
¿Cuál es la prioridad de tus equipos actualmente?
Lo más importante es que no decaigan los ánimos, que sigamos trabajando tod@s junt@s conectad@s un@s con otr@
s, aunque sea de forma virtual. Debemos ayudar a las personas que están empezando porque son los que lo tienen un poco más complicado en esta situación. No podemos dejar que queden rezagados y para eso hay que reforzar mucho la parte de formación. Esto es vital para seguir avanzando y más en un mundo tan cambiante como el tecnológico.
A nivel laboral, ¿qué es lo que más te ha sorprendido de estos meses tan extraños?
Lo que más me ha sorprendido ha sido lo bien que nos hemos adaptado tod@s a trabajar con normalidad desde casa y a distancia. Creo que lo hemos hecho de forma muy natural aunque esto tenía un poco de truco porque nosotr@s ya trabajábamos desde distintos puntos geográficos, así que ya contábamos con cierto entrenamiento. Pero sí, fue un cambio radical de un día para otro sin que afectara para nada a la calidad del servicio. Ha sido algo muy positivo.
Y hablando de diversidad, ¿qué crees que podemos hacer como empresa tecnológica para incentivar el acceso de las mujeres a carreras STEM? Los datos en cuanto a presencia de las mujeres en el sector son muy bajos…
Este es un tema que me preocupa mucho. Básicamente es un problema de educación. Esto es algo que se debería trabajar no solamente en las universidades sino también en la ESO, que es cuando l@s estudiantes se están planteando su futuro. Se nos tiene que hacer visibles a las mujeres que trabajamos en el sector tecnológico para intentar revertir esta tendencia de masculinidad. De hecho creo que, en proporción, está aumentando todavía más el número de hombres con respecto al de mujeres y debemos cambiar eso. Esta sección de Women@ITes una muy buena iniciativa para conseguirlo.
¿Es importante que haya referentes femeninos?
Sí, totalmente porque siempre vemos que los grandes referentes de las compañías tecnológicas son todos hombres. Hay muchos más hombres que mujeres en el sector y una forma sencilla de revertirlo es dando visibilidad a las mujeres.
Uno de los problemas que está afrontando el mundo de la empresa en estos tiempos de teletrabajo forzado es el de la desconexión digital de los trabajadores. ¿Cuál es tu secreto para desconectar de esta vorágine?
Mi secreto es tener una lista inacabable de cosas por hacer (ríe)… De esta forma tienes que desconectar a la fuerza. Siendo trabajadora a tiempo total y teniendo hijos, que aunque son mayores siguen en casa, siempre tengo algo que hacer cuando acaba la jornada laboral. También tengo que ayudar a mis padres, que son mayores y hay que devolverles la ayuda que antes ellos nos prestaron a nosotros. Quedan pocas horas en el día para hacer todo esto así que no queda otra opción que desconectar. No digo que no sea complicado porque es verdad que estar en casa te lleva a alargar horarios, a estar pendiente del correo… Durante este tiempo de confinamiento ha habido directos en las redes sociales de gimnasia, zumba y demás actividades y una buena manera de desconectar es atender a esas clases porque tienen un horario definido.
¿Tienes alguna cualidad secreta?
Yo creo que sería la perseverancia, el no rendirte nunca. Diría que es algo que me define.
Como conclusión, ¿qué consejo darías a tod@s aquell@s que están leyendo esta entrevista y que pasan dificultades para desconectar y para conciliar su vida profesional con la personal?
Mi consejo es mantener el contacto cálido con l@s compañer@s aunque sea de forma virtual. Cuando estás baja de moral o muy estresada, llamas a l@s compañer@s para tener unos minutos de distensión y de risas. Es lo que sería tomarse un café en la oficina. Esa es mi técnica para evadirme.