¡Hola Ana! Muchas gracias por participar en la sexta entrevista que hacemos en esta sección de Women@IT. Llevas un año en el mundo STEM después de haber trabajado toda la vida en el sector turístico. Está claro que a ti no te asustan los retos porque, ¡menudo cambio!
Bueno, yo ya conocía algo de este mundillo porque mi pareja trabaja en el sector. Algunas de las cosas que más me llamaban la atención eran las condiciones laborales, la posibilidad de conciliar, los horarios flexibles… Desde hace mucho tiempo me picaba la curiosidad de cómo podría entrar. Este interés se juntó con que el touroperador turístico en el que yo trabajaba quebró. En ese momento, me encontré en el paro y con un niño pequeñito, así que decidí que iba a entrar en el sector del STEM. Dediqué todo mi tiempo a estudiar por mi cuenta y a disfrutar de mi bebé.
De entre todos los sectores que podías haber elegido, te quedaste con el tecnológico. ¿En qué te basaste para tomar la decisión?
Trabajar en temas relacionados con la tecnología siempre me había llamado la atención y era algo que veía que tenía mucho futuro. Fue un poco ‘lotería’ porque me puse a estudiar y entonces vi que era algo que realmente me gustaba. Eso justamente, el disfrutarlo tanto, me motivó mucho para continuar y esforzarme.
El tiempo ha demostrado que aquella apuesta fue todo un éxito pero, ¿tuviste muchas dificultades para encontrar un primer trabajo en el sector?
Es verdad que al principio fue complicado. Al no tener un background tecnológico, las empresas no me llamaban y no me hacían ninguna entrevista. Justo entonces conocí Adalab, envié la preinscripción pensando que no me cogerían. Pero resultó que sí lo hicieron y eso fue el trampolín definitivo para ponerme en contacto con las empresas y para formarme mucho más. Fue una gran oportunidad y, gracias a ell@s, ¡aquí estoy!
¡Qué suerte tuvimos en BBVA IT de que tu camino y el de Adalab se cruzaran! Cuéntanos un poco más sobre lo que te enseñó Adalab.
Aparte de los conocimientos de programación, Adalab ha sido muy importante a la hora de confiar en mí misma. Pude ver que hay compañeras que tenían las mismas inquietudes y los mismos problemas que yo. También me enseñaron otro tipo de soft skills, como hablar en público, elaborar presentaciones, etc. Lo más importante para mí fue la comunidad que se creó con las compañeras. Si alguna tenía un problema, las demás estaban ahí para apoyarla, si nos enterábamos de alguna oferta de trabajo, la compartíamos con las demás… Se generó un vínculo muy especial y eso es lo mejor que me llevé de Adalab.
Ahora que estás aquí con nosotr@s, ¿qué crees que aporta BBVA IT a tu crecimiento profesional y personal?
¡Lo aporta todo en todos los ámbitos! Me ha ayudado mucho también a quitarme ese síndrome del impostor de decir “jolín, estoy rodeada de informáticos, ¿qué hago yo aquí?”. Poco a poco y con la ayuda de l@s compañer@s, vas aprendiendo, sacando tus tareas, superando retos y alcanzando tus objetivos. Eso te empodera y además hace que tu autoestima suba. También estoy aprendiendo muchísimo en cuanto a metodologías de trabajo innovadoras y de nuevos lenguajes informáticos.
¿Qué momento destacarías como el más especial desde que estás en BBVA IT? No sé, puede ser un proyecto, un desarrollo en especial, un reto importante… Algo con lo que te hayas sentido realizada.
Pues mira, justo la semana pasada me cambiaron de departamento. Del ANS he pasado a Canal y sí que ha sido un reto y una motivación, ya que trabajar ahí era un objetivo que yo tenía y me han dado la oportunidad de hacerlo. Creo que aquí tengo un largo camino por explorar en el que seguramente aprenderé mucho más.
¡Qué bien, nos alegramos muchísimo! Antes hablabas de empoderamiento femenino, ¿cómo crees que BBVA IT puede ayudar a que haya una mayor diversidad en el sector?
Creo que en BBVA IT se está haciendo mucho por cambiar esta situación. Apoyar iniciativas como la de Adalab hace que se reduzca la brecha de género que existe.
Y a las chicas que estén empezando sus estudios en STEM, ¿qué consejo les darías?
Que estudien mucho, que se esfuercen al máximo y que demuestren lo que valen. También me parece muy importante que se hagan notar. Hay muchas mujeres en este sector y a veces nadie sabe que están ahí. Por eso les recomendaría que vayan a charlas, eventos… De hecho yo tengo algunas compañeras de Adalab que, a pesar de ser junior, ya han dado charlas contando su experiencia. Eso nos da visibilidad y está fenomenal para que cale el mensaje de que las mujeres estamos aquí.